Qué es el Perfil del Inversor
¿Tengo un Perfil como Inversor? ¿Y esto qué significa?
Es simple. Son las características que te definen como inversor y nos van a ayudan a los asesores a determinar qué tipo de inversión es la más conveniente para cada persona.
El perfil del inversor debe tener en cuenta al menos 3 elementos:
- Los objetivos del inversor.
- El horizonte de tiempo.
- La tolerancia al riesgo.
Primero ¿Qué objetivos buscamos cuando queremos invertir nuestro dinero? En el caso de las personas jóvenes, que están buscando invertir sus primeros ahorros, el objetivo generalmente termina siendo ahorrar para el futuro, es decir, generar un capital que les permita vivir mejor en unos años.
Generalmente cuando somos jóvenes y nos piden que nos proyectemos 10, 20 o 40 años, es difícil determinar un objetivo específico que sea cuantificable, no sabemos todavía si vamos a querer comprarnos una casa, si queremos generarnos específicamente un fondo de retiro u otra cosa. Pero si sabemos una cosa: pase lo que pase, queremos vivir mejor en unos años. También sabemos que, al principio, contamos con montos bajos de capital, que son los primeros ahorros, y serán la base para forjar un patrimonio mayor con los años.
¿Y a quienes nos referimos cuando hablamos de “jóvenes”? A las personas que están en edad de generar ingresos y tienen algunas décadas por delante de una vida laboral activa, es decir, personas de entre 25 y 40 años.
Por lo tanto, en el caso de los jóvenes, la mayoría de las veces el objetivo termina siendo el mismo: formar un capital para vivir mejor en el futuro, y la característica que más peso tiene a la hora de determinar sus objetivos, es la edad.
Como segundo elemento a tener en cuenta es el tiempo que estamos dispuestos a mantener una inversión para lograr el objetivo planteado en el primer punto. Y acá el tiempo está directamente relacionado con el objetivo planteado. Cuando hablamos del futuro, ya podemos intuir que estamos dispuestos a esperar varios años para ver los resultados. La ventaja de ser joven es que el tiempo juega a favor y cuantos más años tengamos invertido nuestro dinero, más jugo le vamos a sacar a nuestra inversión.
Aunque a primera vista puede resultar demasiado, cuando hablamos de largo plazo estamos diciendo mínimo 10 años. ¡Y si son 30 o 40, mejor!
Y el tercer elemento es la tolerancia o aversión al riesgo que podamos tener. Este concepto se desdobla en dos realidades: la voluntad de asumir riesgos y la capacidad de hacerlo.
La voluntad tiene que ver, por un lado, con nuestras emociones y cuánto toleramos las fluctuaciones del mercado en nuestros ahorros. Una persona joven tiende a ser un poco más arriesgada, es decir, tiene mayor tolerancia a las fluctuaciones de los mercados y, por lo tanto, está más predispuesta a invertir en activos “más riesgosos” para obtener ganancias mayores.
Luego viene la capacidad de asumir mayores riesgos. Claramente, una persona joven, que tiene más tiempo por delante y por lo tanto puede esperar una recuperación de los mercados cuando atravesamos crisis, tiene mayor capacidad de asumir riesgos que una persona que esta entrando en una edad jubilatoria y necesita una inversión más estable para cubrir sus necesidades de flujos.
Entonces, cuando combinamos estos diferentes factores, vamos a obtener como resultado el PERFIL DE INVERSOR:
- Uno o varios objetivos concretos
- Un horizonte temporal
- Y un perfil de riesgo: CONSERVADOR, MODERADO o AGRESIVO.
La definición del perfil de un inversor determinará el tipo portafolio de inversión más apropiado, y en el caso de TU PLAN, serían los portafolios PRUDENTE, MODERADO y CRECIMIENTO.
Cuando traducimos un perfil de inversor en un portafolio concreto, entran a jugar otras definiciones que debemos comprender y que son con clave para alcanzar los objetivos en el tiempo:
- El interés compuesto, que tiene un efecto multiplicador con el tiempo.
- Portafolio diversificado: cuando nuestros ahorros están invertidos de forma diversificada, estamos dándole seguridad a nuestra inversión, mitigando el riesgo de pérdida de dinero, aunque no podremos mitigar siempre la volatilidad.
Estos conceptos los explicaremos en las siguientes notas.